17/3/09

Que digan misa

Está en lo cierto la portavoza del Pp
cuando asegura que la iglesia puede hacer las campañas que le parezca, pero esto no impide que una campaña sea criticable, y desde luego la de ahora lo es.
        Por dos razones, al menos: por falaz y por ventajista. No creo que quepa mayor falacia que la de presentar la imagen de un niño hecho y derecho para sugerir las víctimas del aborto. Y ventajista: estando como están en contra del aborto como tal, no lo dicen sin embargo, ni mucho menos reclaman la derogación de la ley actual, ni plantean ahora el debate como tal sobre el aborto, entre otras razones porque saben que es una lucha perdida (con este gobierno y con los que vengan en los próximos mil años), y además cabría preguntar por qué no lo han hecho antes: con los gobiernos del Pp, por ejemplo. Por otra parte, tampoco quieren manifestarse en contra de la modificación porque eso sería tanto como admitir la ley tal y como está ahora, algo que, evidentemente, no quieren hacer.
        Puestas así las cosas sólo se entienden los miramientos de un gobierno de izquierdas (¿?) por el deseo de no asustar a parte de su electorado: saben muy bien que parte de él lo componen meapilas, cuyos votos no quieren perder. Si no fuera así, el Gobierno lo tendría muy fácil: haría lo que tuviera que hacer y que la iglesia dijera misa con órgano, con campañas o sin ellas.
        Me llama también la atención que la moral clericalla pretenda apoyarse en manifiestos de científicos e intelektuales: una muestra de debilidad. ¿La fe que predican no se basta por sí misma?

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