31/1/22

Greguerías (6)

Las polillas, polvo con alas.

Hilera de hormigas, caravana al interior de la tierra.

Chemtrails, estelas de brujas intergalácticas.

26/1/22

Tercerilla

                        Cosas de la luna:
                        parecer muchas
                        siendo sólo una.

18/1/22

Estas cosas pueden pasar

Fui a hacerme una prueba médica. Hacía poco que había visto la película El cartero siempre llama 2 veces y al llegar a la clínica, allí estaba ella, Jessica Lange. Me dice que me desnude —esto empieza bien—: "Quédese sólo con los calcetines". Me extrañó, más que nada porque hay cosas que no me gusta hacer con los calcetines puestos. Me hace tumbar en una camilla o tabla y al poco rato, después de que si ponte en esta postura o en la otra, noto como un pinchazo en un brazo, como cuando te ponen un sedante.
Lo que recuerdo a continuación es un sueño erótico como para derretir el Polo Norte, con Jessica y yo en la tabla de hacer las pastas. Al despertarme me veo desnudo bajo una sábana y oigo a uno que dice: "Ha salido todo bien". Yo pienso: "¡Ah, si yo le contara lo bien que ha salido!".
Al salir al pasillo pregunto por Jessica, me dicen que ha terminado su turno y se ha ido. Hombre, no es cosa de volverse a hacer pruebas en el hospital para encontrarse con ella: los sueños no suelen repetirse o si lo hacen es en forma de pesadilla.
¡Ah, King Kong, qué suerte cuando, enamorado de ella hasta las trancas, la tuviste en el cuenco de la mano!

16/1/22

Nueva de Rágulon

Recibo nueva misiva de mi amigo ragulita (o sederita porque también el planeta Rágulon es conocido como Sederio) en la que me cuenta:
«Al día siguiente de enviarte la última (y no hace falta que te hagas a la idea de cómo son nuestros días ni cuanto duran porque lo que es seguro es que no son iguales que los vuestros: no se rigen por vuestra estrella Sol sino por la estrella Helio) apareció en la fachada de nuestra cápsula el grafiti del que te mando foto. Seguro que es obra de alguno de los que están a nuestro servicio. Sospechamos sobre todo de Robotiev, un mucama última generación que hace poco está en nuestra casa. Creemos que es obra suya porque ya ha dado pruebas de su capacidad para la burla. Las dos últimas fueron: se declaró en huelga alegando que había conocido a Robotieva de la que estaba enamorado hasta las trancas y nos "exigía" que le diéramos alojamiento en nuestra cápsula. La otra chanza que nos ha gastado fue que se desconectó él mismo la batería para hacernos creer que le había llegado su fecha de caducidad. Empezamos a echar pestes contra el Ámazon pensando que nos habían engañado. Así estuvo un buen rato, apagado, hasta que se conectó, al tiempo que se descojonaba —si en su caso se puede decir en estos términos— de la risa. Pues bien, como te decía antes es muy probable que la pintada sea obra del gracioso Robotiev. Aquí la tienes».

15/1/22

Haiku (33)

                        En la laguna,
                        la helada nocturna
                        levanta brumas.

12/1/22

Carta de Rágulon

De mi amigo en el planeta Rágulon recibo carta, por medio de la RECUI (Red de Correos Universales e Interplanetarios), que transcribo. Dice:

«Me había desplazado en el transbordador interplanetario desde mi cápsula-hogar en Rágulon al satélite Selene, cuando llevaba unos días sin saber nada de mí, por lo que decidí llamarme al móvil, con la misma respuesta de voz metálica e irritante siempre: "El número al que llama está ocupado". Después de varios intentos decidí volver a mi cápsula a ver si allí conseguía tener noticias mías. Tomé, pues, un taxi del servicio La Salamandra Voladora (no quise utilizar el transbordador porque me suponía esperar unas horas y el taxi, más rápido, me ahorraba algunos años-luz, que, además, teniendo en cuenta el precio que está adquiriendo ésta últimamente —en todas partes cuecen habas— me ahorraba un dinero —si, aquí también el dinero es la medida de todas las cosas—). En unos años-luz de nada —ya sabrás que aquí rigen otros parámetros— me planté desde vuestro satélite en mi cápsula-hogar. Al entrar en el dormitorio me encontré a mi mujer y a un desconocido en la cama. Ante mi pregunta de "¿éste quién es?", seguida de otra, un tanto ingenua (ahora me doy cuenta) de "¿qué estáis haciendo?", mi mujer me responde: "¿pero cómo que quién es?: ¡eres tú! Llevamos una semana sin salir de la cama". Fíjate, amigo, ¡una semana! No quiero que te rías ni que hagas comentarios jocosos, ya te he dicho más arriba que aquí hay otros parámetros. Me quedé tranquilo al encontrarme. Te escribo desde la cama, en un receso».

Fin de la transcripción.

7/1/22

Haiku (32)

                        Viejo alcornoque:
                        ayer rico en bellotas
                        pero hoy tan pobre.