31/1/09

El titular y la noticia

“Los titulares responden [“responderán”, debería decir]
fielmente a la información. [...] y jamás establecen [establecerán] conclusiones que no figuren en el texto. Los titulares y la entrada deben [deberán] satisfacer la curiosidad primera del lector, que ha de quedar enterado de lo que ocurre sin necesidad de acudir al resto de la información.”
Esto es lo que dice el Libro de estilo dEl País. Pero no haría falta que ningún “libro de estilo” lo dijera, porque no podría ser de otra forma: es de sentido común y de lógica. Sin embargo el periódico (que, dicho sea de paso, no creo que sea peor que cualquier otro sino más bien un caso de la mala calidad de la prensa) se lo salta cuando le pete.
Hoy, en la página 15, tratando sobre el asunto de la querella contra un ex ministro israelí y varios cargos militares, larga el siguiente titular a cuatro columnas: “Moratinos promete cambiar la ley para frenar al juez, según la ministra israelí”. “¡Cómo!”, me digo, “¿a estas alturas se van a poner a cambiar la ley para impedir una querella ya iniciada?”. Y armándome de paciencia leo la letra pequeña, cosa que rara vez hago con una noticia. En efecto, el titular es falso: no es eso lo que la ministra israelí dice que Moratinos le dijo.
Ante casos como éste siempre me queda la duda de si es la mala fe o la impericia del periodista la razón del desaguisado y, en todo caso, qué es lo que pretende el periódico.

29/1/09

Mater et magistra

Que una milenaria institución haya encabezado
(seguida, entre otros, de asociaciones de papases y mamases) la rebelión o intento de boicoteo contra una asignatura cuyos contenidos, por otra parte, no son sino lugares comunes, eso que bobaliconamente se ha dado en llamar lo “políticamente correcto” (al que le ha salido el no menos idiota correlato de lo “políticamente incorrecto”: no, más idiota aún que aquello a lo que pretende enfrentarse porque suele presumir de ello) sólo se explica (que no se justifica) si se tienen en cuenta dos cosas que la aludida institución ha creído ver: a) una buena ocasión para seguir en la brecha de haber tomado al actual Gobierno como su bête noire. Y b) el “adoctrinamiento”, justo aquello en lo que la Iglesia es una gran experta y se ha dedicado a hacer durante siglos: es un poco aquello de “cree el ladrón...”, ha olido su propio tufo en la dichosa asignatura.

24/1/09

¡Uy! ¡Uy! ¡Uy!

Al ir a pagar hoy el periódico me doy cuenta
de que la última página es, completa, a toda plana, un anuncio publicitario, de un coche, por más señas (después veo que el anuncio en cuestión es continuación y fin del empezado, también a toda plana, en la penúltima página).
Se lo comento a la señora de la tienda y me asegura que hoy vienen así todos los periódicos, me imagino que con el mismo anuncio. Mi sorpresa se debe a que, sin ser yo de oración diaria, aunque frecuente, es la primera vez que veo una cosa así en El País. Mal, muy mal, debe de andar el negocio de la prensa, o séase de la publicidad, para que hasta el menos malo de los diarios españoles recurra a esto, a compensar la disminución de ingresos publicitarios sacando publicidad en la última.
P. D. Un fenómeno aparentemente opuesto al que comento, aunque en realidad responde a lo mismo, a la disminución de ingresos por publicidad, pude ver en Teleaguirre hace unos días: una película de cerca de dos horas sin un solo corte publicitario. ¡Cómo está el patio!

22/1/09

¿El mañana escrito?

Según cuentan hoy los papeles,
las previsiones demográficas estadísticas para el 2018 en España son, entre otras, menos niños.
Esta información me ha recordado una novela, que creo que es recomendable, que he terminado de leer hace poco, tras haberla rescatado de la estantería en donde llevaba reposando algunos años desde que la compré. Me refiero a Hijos de hombres (me parece que sacaron una película) de P. D. James, la escritora octogenaria inglesa del género policial, aunque no sólo policial; de hecho, una de las mejores cosas que le he leído es un diario autobiográfico que abarca el año 1997 (La hora de la verdad. Un año de mi vida).
La novela a que me refería al principio tampoco se puede decir que pertenezca al género policíaco sino más bien a la ciencia ficción. Arranca (y no voy a revelar mucho más por si alguien que no la haya leído quiere hacerlo) el 1 de enero del 2021, fecha en que muere, a la edad de veinticinco años, “el último ser humano nacido en la Tierra”.
En efecto, una especie de esterilidad afectaba a todos los varones, con lo cual la población envejecía con consecuencias algunas de ellas tan curiosas como celebrar fiestas del nacimiento de las camadas de Mathilda (una gata). Pero de todas las consecuencias que la autora imagina (o, mejor dicho, pone en boca del personaje principal, quien, por cierto, se llama Theo, nada menos) la que más me llamó la atención fue la de pasar el sexo a convertirse en “uno de los placeres menos sensuales para el hombre”, por las razones que Theo aduce.
En fin, y volviendo a la noticia del periódico, parece poco menos que el futuro estuviera escrito. Y sin embargo, si hacemos caso a Machado: “No está el mañana —ni el ayer— escrito".

17/1/09

Extraño binomio

Quienes hablan de “el lenguaje de la violencia”,
con tan espeluznante asociación le hacen un flaco favor al lenguaje, es decir a la razón, al logos, a la palabra, que, para bien y para mal, nos hace humanos.
Quienes hablan de otros alegando que la violencia es el único lenguaje que entienden, para que les sirva de coartada como justificación de su propia violencia, insultan a la razón y a los hombres.
Quienes meten a la fuerza en la misma cama a tan extraña pareja lo que consiguen es la violación del lenguaje a manos de la Violencia misma.
A quienes dan semejante patada en la boca, y nunca mejor dicho, y usan tal expresión sólo les disculpará su ignorancia, el que lo hagan por mimetismo, porque es la moda, porque lo repiten como loros sin saber lo que dicen, sin que, en definitiva, sepan lo que están haciendo.

15/1/09

Lemas divinos: ¡Qué dos patas...

para un mismo banco! No hace falta tener
un gran dominio del idioma inglés, y yo desde luego no lo tengo, para saber que la traducción al castellano del lema inventado por los ateos (¿?) para su exhibición en autobuses, There is probably no God (traducido por Probablemente Dios no existe), es una auténtica chapuza, o dos chapuzas juntas.
En primer lugar, el impersonal ‘there is’, en román paladino sería ‘hay’, no “existe”. Y en segundo lugar, y en todo caso, no sería “existe”, en modo indicativo, sino ‘exista’, en subjuntivo, algo que hasta el más torpe estudiante de primer curso de inglés deducirá sabiendo que en esta lengua no hay subjuntivo, pero, precisamente por eso, al verterlo al castellano tiene que hacerse en el modo que éste reclama.
Por otra parte, la contrapropaganda —aparecida ya en Barcelona y, creo, viajando a Madrid— de los creyentes (¿?) no puede ser más enfática con ese ‘sí’ (no estoy seguro de que le hayan puesto la tilde) de “Dios sí existe”. Si no hubiera nacido como contrapropaganda (contraprogramación) el “sí” habría sido innecesario: habría bastado con ‘Dios existe’.

4/1/09

Lo de aquí como referencia

Algunos palmeros del infame bombardeo
sobre Gaza han descubierto que Hamas = Eta. Si no fuera porque a estos tipos (quienes me jugaría cualquier cosa a que son los mismos que confunden, interesada o neciamente, crítica de métodos antiterroristas con apología del terrorismo) no creo que se les pueda conceder ni una pizca más de inteligencia que a un gato de escayola, yo diría que lo que pretenden es la sutileza de sugerir la maldad de Hamas apelando a la, por estos pagos bien conocida, de la Eta.
Pero, ¡quiá!, les niego la mayor, es decir les niego esa inteligencia mínima: esa igualdad que ellos establecen no es otra cosa que la de tener la misma condición de grupos terroristas, porque, ya se sabe, “todos los terrorismos son iguales”, ¡claro, si no, no serían terrorismos!
Pero en la cuenta en la que no caen es en la de que al establecer así, a lo bruto, y nunca mejor dicho, esa igualdad, están sugiriendo (para alborozo de la banda, supongo) la semejanza de la situación en el País Vasco y en Palestina, situación obviamente diferente por muchas razones, entre otras, la de que el País Vasco es una autonomía entre las diecisiete de las españolas, mientras que los palestinos están desde hace decenios oprimidos por Israel y con la permanente amenaza de ocupación de territorios, amenaza cumplida en varias ocasiones. La diferencia me parece bien importante. En fin, vaya usted a estos tontos, o listos, sabelotodo con sutilezas.
P. S. Acabo de oír en la televisión que el Gobierno israelí niega que hayan sido secuestrados dos soldados. Yo también lo niego: de haber sido cogidos no sería un secuestro sino una captura.

3/1/09

Mensajes navideños

(De parte de quien usted ya sabe)

1. 400 (de momento) “asesinatos [sic] selectivos”. Rogamos disculpen las molestias.
2. FANDG (Feliz Año Nuevo Dresde Gaza)
3. En tan entrañables días no podía faltar la publicidad. El spot es el siguiente: Aparece un único actor, quien lleva pegado al pecho un letrero que dice ‘Auschwitz’, mira a cámara y se señala el rótulo. Tras un cambio de plano se ven volando varios aviones panzudos, como preñados, que van soltando unas como bombas con la marca impresa: Israelina. Fundido a negro mientras se oye una voz en off que dice: “Israelina, el limpiador que limpia lo justo” El anuncio acaba con un plano en blanco y azul, en el que se atisba una especie de estrella, y sobre éste el texto: “Una de cada diez sabandijas consultadas recomiendan nuestro producto”.

2/1/09

Esto no va de lotería

(Aunque al principio lo parezca).
Como ya dije en un post anterior, la 1 de TVE había cometido el error, repetidamente, de asegurar que las probabilidades de que a uno le tocara el primer premio en la lotería de Navidad eran de, por cada número jugado, una entre 16.575.000. Después me he enterado de que no fue sólo esa cadena, sino que hubo otras más, así como varios periódicos y ediciones digitales, los que metieron la pata de forma tan clamorosa.
Pero decía que esto no iba a ir de lotería, porque lo que quiero exponer ahora es otro aspecto de la cuestión y es el cómo muchos medios (o todos) reciben una noticia de agencia (esta parece ser que procedía de la agencia Efe) y se la tragan crudita, incapaces de advertir un error tan evidente como éste; incapaces también de elaborar sus propias noticias y acogiéndose, en cambio, a esa especie de factorías de producción que son las agencias o a fuentes que, supongo, les ahorrarán costes.
Un caso también paragdimático que se da con cierta frecuencia es, en las manifestaciones, el cálculo del número de manifestantes: según los convocantes tantos, según la policía cuantos; suelen decir. Pero, ¿por qué no hace el periódico en cuestión su propio cálculo que, por otra parte, tampoco es tan difícil, al mismo tiempo que expone el método empleado?
Más. En ciertos tipos de noticias, como las relacionadas con la delicuencia, por ejemplo, se nota a la legua (en frases idénticas en medios diferentes, en el lenguaje, etc.) cómo la noticia ha sido proporcionada por la policía y así, sin la más mínima elaboración propia del periódico o cadena, se publica.
En fin que, aparte de los intereses más o menos espurios que cada medio defienda y del color de la patita de cada uno, este aspecto de la calidad (mala) de la prensa me parece muy importante.