1/11/22

Fruta del día


              Pues que no diquelo lo de morirse:
              porquë es que no puede ser el que haya
              una máquina sin una sola falla
              que no permita forma de escurrirse.

              Tampoco parece poca cosa
              el ángel de las cuentas encargao:
              paice que nunca mire pa otro lao
              y nunca, infalible, se le va la olla.

              Pero, ¿sabes?, quizás alguna vez
              el Ser que se es se olvide de nosotros,
              el tinglado caiga y el mecanismo pete.

              Y entonces, lo de "olvidados de Dios",
              que se dice como seña de desgracia,
              podrá tener hasta su propia gracia.

26/10/22

Estas cosas pueden pasar (3)

Al llegar al metro me doy cuenta de que no llevo la tarjeta de transporte. No puedo volver a casa, aunque no sé muy bien por qué: no tengo llave o estoy muy lejos o no encuentro la calle… ¡ni idea!, pero creo que hay un sitio por donde puedo entrar. Me pongo en marcha, no estoy seguro de si andando o en autobús, y al llegar al sitio veo gente saliendo por la emergencia del metro en medio de un bosque o parque. [En el parque de las Presillas hay una de estas salidas, quizás fuera esa]. No conozco a nadie… bueno sí, veo a Jack Lemmon subiendo, pero no por las escaleras sino por una especie de plataforma o montacargas, lleva un parche en un ojo… ¡ah, ya sé a dónde va el muy bandido!, a hacer una visita a Irma la Dulce, a darse un revolcón con ella, y me entran celos al imaginar a Shirley con el gendarme, porque eso es el del parche: un gendarme que se ha quitado el uniforme y se ha disfrazado con un parche en el ojo. De repente me veo en un túnel por el que, en dirección contraria a la que yo llevo, va andando mucha gente. Continúo por el túnel, alumbrándome con la linterna del móvil, de lo que me sorprendo porque todavía no se han inventado los móviles. Súbitamente me encuentro en el andén, en donde paso la tarjeta por una máquina que alguien había dejado allí. Decido dormir hasta que llegue un tren y así lo hago, creo, porque he llegado a la estación que reconozco como la mía. Salgo a la calle y me encuentro de bruces ante la puerta de casa: abro y entro.

27/8/22

Estas cosas pueden pasar (2)

Notas sobre un sueño tomadas el 21-08-2022

Vuelvo andando de la playa y de repente descubro que voy desnudo. En el apuro no sé qué hacer, cuando al pasar por una pista de coches de choque —debe de tratarse de la que hay en la pequeña feria enfrente de casa— se me ocurre montar en uno y plantarme en la playa, por la que empiezo a circular no sé muy bien cómo, pero llego a otra que parece nudista y, en efecto, por lo que veo, así es —puede ser la playa de Almayate, a unos km cerca de donde estamos—. Estoy salvado, creo que pensé, aquí todos iguales, y además nadie me conoce… pero alguien, sin embargo, me hace señas. La reconozco, es asombroso, es M., mi primera novia, de Málaga. Aunque con cierta guasa —me parece notar— me dice que no he cambiado. Creo que le dije que ella seguía muy guapa. No sé por qué medio llegamos —¿un taxi?—, yo envuelto en una toalla, a la puerta de un hotel. "¿Lo recuerdas?" "Claro que si. Está como entonces". "Nosotros también estamos como entonces". Cuando nos disponemos a entrar, un ruido como de gritos y música me despierta. Son los del botellón/festival que el Ayuntamiento de Vélez ha tenido la ocurrencia de organizar no muy lejos de casa. Si no hubiera sido por esta cabronada municipal el sueño podría haber seguido muy bien. ¡Maldito Ayuntamiento!

20/8/22

Haiku (37)

                   Marina
                 ¡Barquito a vela!:
                 pintar, si uno supiera,
                 una acuarela.

19/3/22

El san José

(Imitando de nuevo el estilo de los sonetos de Belli)

              Notó José a su santa con tripita.
              Podría ser aquello una celada:
              él, casto varón, y ella, modosita,
              no habían tenido arte ni tajada.

              Pero no quiso alborotar la casa:
              en su interior guardó cierto mosqueo
              hasta que, para divina y mayor guasa,
              un propio del Señor le dio el queo.

             "No te inquietes, José, por tu cabeza,
             que no debes sentir condecorada:
             preñada del espíritu es María".

             Bajó la testa el san José obediente
             —todo sea por la paz— y aceptó
             pulpo por animal de compañía.

15/3/22

Haiku (36)

                 La hoz de la luna
                 se refleja en el agua
                 de la laguna.

22/2/22

22 2 22

16/2/22

Haiku (35)

                  Punta de flecha:
                  la bandada de pájaros
                  en formación vuela.

9/2/22

Haiku (34)

                  Fiada paloma
                  apura en la piscina
                  el agua en la lona.

3/2/22

Diurno en el parque

                        Prados escarchados.
                        La sierra nevada.
                        En el horizonte
                        el sol se levanta.

31/1/22

Greguerías (6)

Las polillas, polvo con alas.

Hilera de hormigas, caravana al interior de la tierra.

Chemtrails, estelas de brujas intergalácticas.

26/1/22

Tercerilla

                        Cosas de la luna:
                        parecer muchas
                        siendo sólo una.

18/1/22

Estas cosas pueden pasar

Fui a hacerme una prueba médica. Hacía poco que había visto la película El cartero siempre llama 2 veces y al llegar a la clínica, allí estaba ella, Jessica Lange. Me dice que me desnude —esto empieza bien—: "Quédese sólo con los calcetines". Me extrañó, más que nada porque hay cosas que no me gusta hacer con los calcetines puestos. Me hace tumbar en una camilla o tabla y al poco rato, después de que si ponte en esta postura o en la otra, noto como un pinchazo en un brazo, como cuando te ponen un sedante.
Lo que recuerdo a continuación es un sueño erótico como para derretir el Polo Norte, con Jessica y yo en la tabla de hacer las pastas. Al despertarme me veo desnudo bajo una sábana y oigo a uno que dice: "Ha salido todo bien". Yo pienso: "¡Ah, si yo le contara lo bien que ha salido!".
Al salir al pasillo pregunto por Jessica, me dicen que ha terminado su turno y se ha ido. Hombre, no es cosa de volverse a hacer pruebas en el hospital para encontrarse con ella: los sueños no suelen repetirse o si lo hacen es en forma de pesadilla.
¡Ah, King Kong, qué suerte cuando, enamorado de ella hasta las trancas, la tuviste en el cuenco de la mano!

16/1/22

Nueva de Rágulon

Recibo nueva misiva de mi amigo ragulita (o sederita porque también el planeta Rágulon es conocido como Sederio) en la que me cuenta:
«Al día siguiente de enviarte la última (y no hace falta que te hagas a la idea de cómo son nuestros días ni cuanto duran porque lo que es seguro es que no son iguales que los vuestros: no se rigen por vuestra estrella Sol sino por la estrella Helio) apareció en la fachada de nuestra cápsula el grafiti del que te mando foto. Seguro que es obra de alguno de los que están a nuestro servicio. Sospechamos sobre todo de Robotiev, un mucama última generación que hace poco está en nuestra casa. Creemos que es obra suya porque ya ha dado pruebas de su capacidad para la burla. Las dos últimas fueron: se declaró en huelga alegando que había conocido a Robotieva de la que estaba enamorado hasta las trancas y nos "exigía" que le diéramos alojamiento en nuestra cápsula. La otra chanza que nos ha gastado fue que se desconectó él mismo la batería para hacernos creer que le había llegado su fecha de caducidad. Empezamos a echar pestes contra el Ámazon pensando que nos habían engañado. Así estuvo un buen rato, apagado, hasta que se conectó, al tiempo que se descojonaba —si en su caso se puede decir en estos términos— de la risa. Pues bien, como te decía antes es muy probable que la pintada sea obra del gracioso Robotiev. Aquí la tienes».

15/1/22

Haiku (33)

                        En la laguna,
                        la helada nocturna
                        levanta brumas.

12/1/22

Carta de Rágulon

De mi amigo en el planeta Rágulon recibo carta, por medio de la RECUI (Red de Correos Universales e Interplanetarios), que transcribo. Dice:

«Me había desplazado en el transbordador interplanetario desde mi cápsula-hogar en Rágulon al satélite Selene, cuando llevaba unos días sin saber nada de mí, por lo que decidí llamarme al móvil, con la misma respuesta de voz metálica e irritante siempre: "El número al que llama está ocupado". Después de varios intentos decidí volver a mi cápsula a ver si allí conseguía tener noticias mías. Tomé, pues, un taxi del servicio La Salamandra Voladora (no quise utilizar el transbordador porque me suponía esperar unas horas y el taxi, más rápido, me ahorraba algunos años-luz, que, además, teniendo en cuenta el precio que está adquiriendo ésta últimamente —en todas partes cuecen habas— me ahorraba un dinero —si, aquí también el dinero es la medida de todas las cosas—). En unos años-luz de nada —ya sabrás que aquí rigen otros parámetros— me planté desde vuestro satélite en mi cápsula-hogar. Al entrar en el dormitorio me encontré a mi mujer y a un desconocido en la cama. Ante mi pregunta de "¿éste quién es?", seguida de otra, un tanto ingenua (ahora me doy cuenta) de "¿qué estáis haciendo?", mi mujer me responde: "¿pero cómo que quién es?: ¡eres tú! Llevamos una semana sin salir de la cama". Fíjate, amigo, ¡una semana! No quiero que te rías ni que hagas comentarios jocosos, ya te he dicho más arriba que aquí hay otros parámetros. Me quedé tranquilo al encontrarme. Te escribo desde la cama, en un receso».

Fin de la transcripción.

7/1/22

Haiku (32)

                        Viejo alcornoque:
                        ayer rico en bellotas
                        pero hoy tan pobre.