19/5/11

Los indignados

En verdad que no acabo de verle la gracia o la utilidad al variopinto movimiento 15-M, movimiento de los indignados o movimiento de ¡Democracia real, ya! Para empezar, no entiendo por qué piden democracia "real", ¿acaso la existente no es "real"? ¿Por qué no reclaman 'democracia', sin más, como quien gritara: ¡libertad!? ¿Alguien se imagina gritando: ¡¡¡libertad real!!!, y, por añadidura, con el perentorio "ya"? ¿O: ¡¡¡justicia real!!!?, porque el grito siempre ha sido ¡¡¡justicia!!!

Otra cosa que me deja perplejo es la falta de articulación de la protesta: ¿hasta cuándo piensan mantenerla? ¿El parado hasta que encuentre trabajo? ¿El hipotecado hasta que le alivien la carga? ¿El pensionista hasta que le descongelen la pensión? (el otro día aparecía una señora entre los acampados diciendo que le habían bajado la pensión "y todo") ¿El estudiante hasta que encuentre colocación a su carrera, porque para eso estudia? ¿Todos ellos hasta que desaparezca —¿?— la corrupción? ¿Todos ellos hasta que se reforme la ley electoral y se hagan leyes para que los políticos se vean obligados a ser buenos? Y, sobre todo, ¿a quién dirigen sus protestas? ¿al cielo? ¿a una clase —política— a la que, precisamente, una de las cosas que le achacan es la de no escuchar al pueblo? Pero, por otra parte, ¿quién es este mozo? ¿Qué quieren, en definitiva? ¿Cómo van a evitar pasar por la ventanilla que corresponda para presentar y hacer valer sus reclamaciones?

La única gracia que sí parece haber tenido lo de los indignados es la de descolocar a la "clase política", que le llaman, a la derechona en especial, que no ha perdido ocasión de echarle la culpa al gobierno. Así, nuestra Presidente madrileña, sin complejos, ha dicho que esto es cosa de los socialistas... ¿que no lo ha dicho, realmente? Bueno, quizás no, pero es digno de ella. ¡Pues que salga al balcón de su despacho y se lo grite a los concentrados en la Puerta del Sol! O, como en el antiguo chiste sobre Gibraltar, que se asome al balcón del gobierno madrileño y cuando les dirija a los manifestantes la pregunta de "¿Qué queréis?", y éstos, como un solo hombre, le contesten: "Democracia real, ya", ella a su vez les responda, al tiempo que cierra el balcón con tremendo golpe: "¡Pues aquí no la tenemos!".

No hay comentarios: