21/11/12

Sofismas del presidente

Nos cuenta el jefe del gobierno (español), sacando pecho, presumiendo,
(en el afán que caracteriza a su partido por intentar dañar al Psoe, venga o no a cuento y aprovechando la más mínima oportunidad),
que el suyo ha sido el primero en hacer algo para parar desahucios —el primero "que ha tenido la sensibilidad", ha dicho el tío—. Aunque eso sea verdad formalmente no por eso deja de ser un sofisma, porque es una pena que esa sensibilidad se le haya despertado estando ya en el gobierno y no lo hicera antes, estando en la oposición, con lo que habría podido hacer propuestas al gobierno de entonces o haber incluido la posible solución en su programa electoral: habría quizás ahorrado muchos sufrimientos a tantas víctimas de desahucios; desahucios que no creo que empezaran ayer precisamente.
(pero es que aunque hubieran empezado ayer, cosa que es claramente falsa, entonces el sofisma consistiría en sacar pecho como si otros hubieran tenido oportunidad de haber puesto remedio y no lo hubieran hecho),
Lo que pasa es que hasta que no ha habido unos suicidios por acá y unas protestas por allá el problema no ha saltado a los medios, y ya se sabe que hay problemas que hasta que no salen en la televisión no existen, y de estos, de los que existen televisamente, algunos tienen posibilidades de considerarse tales problemas por parte de los mandamases. Así es que en el caso de los desahucios, tanto al gobierno como a su oposición, el asunto les ha pillado a contrapié y ha sido entonces, con la escandalera consiguiente en los medios —uniéndose a ella los jueces, a quienes, por cierto, no sé quien les ha dado vela en el entierro de las leyes injustas—, cuando se les ha despertado la sensibilidad. Oportunismo se llama esta figura, lo cual no quita para que uno se alegre por aquellas potenciales víctimas de la banca que se puedan ver beneficiadas.
          Por si fuera poco presumir de medidas, el JEFE ha agregado que está seguro de que serán eficaces —menos mal que el menda no ha empleado la expresión con la que en cierta ocasión se cubrió de gloria al asegurar: "tengo la firme convicción moral...", porque ya se sabe lo que hay que hacer con las convicciones morales de este señor, sobre todo si son firmes—. Eficaces ¿para quién? Para las "familias vulnerables". Pero ¿cuáles son éstas? Pues las que el decreto de las dichas medidas define como tales al establecer los criterios que tienen que cumplir. Son unos maestros de la falacia, del engaño, de las medias verdades.

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