CARTA ABIERTA AL NUEVO MINISTRO DE SANIDAD

Excmo. Sr.:

Me voy a permitir sugerirle a usted una de las primeras medidas que podría tomar, por vía de urgencia, como flamante Ministro de Salud, perdón, de Sanidad (siempre y cuando no sean atribuciones de las que se haya hecho cargo ya el estatículo autonómico correspondien-te. Si este fuera el caso, usted me disculpará y quedará la petición para el Consejero de Sanidad, que seguro que lo hay, de la autono-mía).
Me refiero a la prohibición de los Sanfermines de Pamplona, una decisión que causará sin duda un gran alboroto entre la carcundia nacional de cualquier pelaje, de las izquierdas o de las derechas, así como entre los guiris que nos visitan, en especial entre los hijos del sol naciente, y entre los medios de la comunicación, probablemente en todos ellos, que verían así peligrar una fuente de información y, por lo tanto, de publicidad, es decir, mermaría el negocio de los medios, que, como usted sabe, no es otro que el de la publicidad. Pero todos estos males, al fin y al cabo, privados, no acarrearían otra cosa sino beneficios para la salud pública.
Para más adelante podría usted adoptar otras medidas, que también serán muy beneficiosas para la salud de cuerpo y espíritu, como, por orden cronológico, la prohibición de: la Virgen del Pilar, las Fallas de Valencia, Semanas Santas varias, el Rocío, la Isidrada madrileña y, en fin, todas las celebraciones representativas de las más arraigadas supersticiones populares, en las que aparecen conchabados la Iglesia y el Estado, que seguro que se le irán ocurriendo a lo largo de su mandato, que deseo feliz.

Atentamente,