NO TAN DEPRISA

Parece difícil aclararse sobre lo que realmente dijo el magnate de los bólidos. Pero es que, a efectos del juicio que merece el presidente de la Generalitat, poco importa lo que de verdad dijera aquél. Lo que importa es la actitud de éste ante lo que entendió, lo dijera o no el otro, y lo que entendió, esto sí ha quedado claro, es que el empresario vinculaba la F-1 a que él continuara de presidente de la Generalitat: “Gracias a Bernie Ecclestone por decir estas cosas tan preciosas y vincular el gran premio de F-1 a que yo continúe siendo presidente de la Generalitat.”. Una actitud indigna consistente en bailarle el agua al mercachifle en vez de defender para Valencia, como presidente, gobernara quien gobernara, lo que él, se supone, considera beneficioso para la ciudad. Si, por otra parte, ahora resulta que no dijo lo que Camps entendió, a la indignidad de la reacción que tuvo habría que añadirle, junto, por cierto, a su conmilitona la alcaldesa de Valencia, el ridículo.