En la primera del periódico menos malo,
leo una serie de titulares en cascada: “El nuevo código penal contra terroristas que salgan de prisión” “Los jueces podrán imponer hasta 12 medidas de vigilancia a etarras” “La medida incluye pulseras electrónicas y limitación de movimientos” y “La Audiencia dicta orden internacional de captura contra De Juana” ¡uuufff! Medio agotado por el esfuerzo comienzo a leer el texto: “La reforma del Código Penal que perpetra el Gobierno...” ¡Un momento! ¡¿Que “perpetra”?! Vuelvo a leer: que prepara. ¡Joer, cómo tengo la cabeza!
Y una de fúmbol: “El Real Unión ridiculiza al Madrid” “Los blancos caen en la Copa ante un segunda b”. Vaya: yo, que habré visto a lo largo de mi vida no más de 10 ó 12 partidos, y alguno de ellos porque me ha pillado con gripe, resulta que entiendo más de fútbol que los forofos que sientan cátedra en el bar sobre el asunto o que los locutores de la tv que hacen lo mismo.
Y en el interior, destacado en recuadro en el texto de un artículo de José Luis Leal (El aumento del paro): “Si el desempleo sigue ascendiendo a las tasas actuales, superaremos los tres millones de parados”. ¡Hombre, claro! Y los cinco, y los diez, y... Fíjese: por ese camino podríamos llegar a que toda la población estuviera parada, sin pegar golpe. Quien sabe, a lo mejor era una manera de vuelta al Edén. Pero no, es que el titular no puede ser más ridículo al olvidársele incluir el periodo de tiempo a que se refiere, que se puede leer en el texto: “a finales de año”.
Y una de fúmbol: “El Real Unión ridiculiza al Madrid” “Los blancos caen en la Copa ante un segunda b”. Vaya: yo, que habré visto a lo largo de mi vida no más de 10 ó 12 partidos, y alguno de ellos porque me ha pillado con gripe, resulta que entiendo más de fútbol que los forofos que sientan cátedra en el bar sobre el asunto o que los locutores de la tv que hacen lo mismo.
Y en el interior, destacado en recuadro en el texto de un artículo de José Luis Leal (El aumento del paro): “Si el desempleo sigue ascendiendo a las tasas actuales, superaremos los tres millones de parados”. ¡Hombre, claro! Y los cinco, y los diez, y... Fíjese: por ese camino podríamos llegar a que toda la población estuviera parada, sin pegar golpe. Quien sabe, a lo mejor era una manera de vuelta al Edén. Pero no, es que el titular no puede ser más ridículo al olvidársele incluir el periodo de tiempo a que se refiere, que se puede leer en el texto: “a finales de año”.
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