13/11/08

¡Ay, Señor, Señor!

(Herminia, suegra de Antonio Alcántara)
Habrá podido usted leer u oír estos días,
a propósito de la muerte de dos soldados en el Afganistán (dicen unos que en acción de guerra, y otros que en atentado terrorista), críticas al Gobierno basadas en que los militares destacados en aquel país no están dotados de medios suficientes para el riesgo que corren, y, como no estoy en condiciones de afirmarlo ni de negarlo, no haré ni una cosa ni otra.
Lo que sí digo, porque así me lo parece, es que puede entenderse a simple vista que tales críticos estarían en contra de la permanencia de tropas españolas en el Afganistán. Pero no conviene engañarse: si tiene usted oportunidad de volver a leer, verá que en ningún momento se manifiestan a favor de la retirada, y que el objeto de las críticas, en la mayor parte de los casos, no es otro que denigrar al Gobierno en general y, en este caso, a la Ministra de Defensa en particular, con, a veces, tintes machistas. ¡Gensanta!, que diría el Forges, ¡qué tropa!

No hay comentarios: