Estaba Adán reposando
a la puerta de su casa
cuando vio llegar a Dios
vistiendo túnica blanca.
"Ocioso te veo, Adán,
sin pegar un palo al agua."
"Pero, Señor, si recuerdas,
aquí no había ordenanza.
La ley del trabajo no
rige, libres de su carga,
excepto la Eva, la pobre,
que ahí trabaja en la casa.
Tras vuelta por el jardín,
que hemos dado esta mañana,
anda ella haciendo, afanosa,
unos postres de manzana."
"¡¿Postres de manzana dices?!
¡Ay, por la Santa Paloma!
¿no fue acaso que te dije
que no comieras ni en broma?"
"Pero, Señor, no es la fruta:
es su mermelada sólo".
Mas, Adán, viendo que Dios
da clara muestras de enojo,
entra corriendo a la casa,
y dice a Eva que pare el guiso,
que Yavé Dios, enojado,
ha dado el primer aviso.
Quedó así lo de las pomas
hasta la vez siguiente
en que, según el Libro, entra
en escena una serpiente.
Lo que ocurrió con la bicha
es conocido.
Si no lo recuerdas,
repasa el Libro.
a la puerta de su casa
cuando vio llegar a Dios
vistiendo túnica blanca.
"Ocioso te veo, Adán,
sin pegar un palo al agua."
"Pero, Señor, si recuerdas,
aquí no había ordenanza.
La ley del trabajo no
rige, libres de su carga,
excepto la Eva, la pobre,
que ahí trabaja en la casa.
Tras vuelta por el jardín,
que hemos dado esta mañana,
anda ella haciendo, afanosa,
unos postres de manzana."
"¡¿Postres de manzana dices?!
¡Ay, por la Santa Paloma!
¿no fue acaso que te dije
que no comieras ni en broma?"
"Pero, Señor, no es la fruta:
es su mermelada sólo".
Mas, Adán, viendo que Dios
da clara muestras de enojo,
entra corriendo a la casa,
y dice a Eva que pare el guiso,
que Yavé Dios, enojado,
ha dado el primer aviso.
Quedó así lo de las pomas
hasta la vez siguiente
en que, según el Libro, entra
en escena una serpiente.
Lo que ocurrió con la bicha
es conocido.
Si no lo recuerdas,
repasa el Libro.
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