«Dios hizo brotar en [el jardín del Edén] toda clase de árboles hermosos».
Con hoja de catalpa acaso fuera
con las que Adán y su Eva se taparon,
cuando, vista su desnudez, miraron;
no, aunque lo diga el Libro, con las de higuera.
Es la de la especiosa, hoja cardiácea
y grande como dos palmas de mano,
ideal como urgente taparrabos,
al mismo tiempo que de gran prestancia.
Esto lo cuento porque no se sabe:
Que ël tío Adán, que a la vuelta es Nada,
y la tía Eva, que a la vuelta es Ave,
inventaron sin querer el tanga,
como la prenda de ellas sobre todo,
que gozo da ver en un día de playa.
Con hoja de catalpa acaso fuera
con las que Adán y su Eva se taparon,
cuando, vista su desnudez, miraron;
no, aunque lo diga el Libro, con las de higuera.
Es la de la especiosa, hoja cardiácea
y grande como dos palmas de mano,
ideal como urgente taparrabos,
al mismo tiempo que de gran prestancia.
Esto lo cuento porque no se sabe:
Que ël tío Adán, que a la vuelta es Nada,
y la tía Eva, que a la vuelta es Ave,
inventaron sin querer el tanga,
como la prenda de ellas sobre todo,
que gozo da ver en un día de playa.
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