En una crónica desde Londres para El País afirma la periodista que «La multinacional norteamericana lleva años rebanándose el seso [cursiva mía] para lanzar al mercado motores más ecológicos y poder colgarse la etiqueta de 'marca verde'». Bueno, aparte de lo que pretenda el señor Ford o sus compinches-herederos con la ecología como pretexto/negocio,
lo que me ha hecho soltar la carcajada es la expresión que he subrayado arriba: "rebanándose el seso". Cabe la posibilidad de que la cronista escribiera rebañándose —sí, con una cuchara— y algún corrector automático —con problemas con el carácter 'ñ'— lo cambiara por lo que aparece finalmente escrito. En todo caso, a lo que alude la ignara cronista —quien ha debido de oír campanas sin saber dónde— es a "devanándose los sesos". Y menos mal que no ha escrito 'sexo' en vez de 'seso' porque si así lo hubiera hecho se podría uno haber imaginado a los ejecutivos de la Ford no ya rebanándoselo sino haciéndoselo rodajas. Yo les proporcionaría la cuchilla.
(al parecer, la compañía, tras más de 100 años dedicada a poner el planeta perdido de coches, y quizás previendo que el imperio toca a su fin o al menos al fin de su esplendor —bueno, vale: más allá del 2050, que es el nuevo futuro: ¿o es el 3000?—, entre otras razones porque ya va quedando poco sitio, tiene negocios en el transporte público)
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