Ayer 24 de agosto publicaba en su blog don David Pérez, alcalde de Alcorcón, además de ínclito comunicador y diputado regional, el siguiente artículo, con el título, ya risible de por sí, de Por dignidad, dejen al menos la muerte al margen de su propaganda:
«Qué mal lo tienen que ver en el PSOE cuando tienen que salir con la "muerte digna", una propuesta paradójica que define los últimos momentos de un PSOE que no solo pretende decirnos cómo debemos vivir sino también cómo debemos morir. Que pretende dictar qué deben pensar nuestros hijos y en qué consiste la dignidad de la muerte según su sectaria visión materialista. La dignidad de la muerte la ponemos cada uno, no nos la otorga el PSOE. Si hablamos de mitigar el dolor ahí es donde debe profundizarse con más y mejores cuidados paliativos como ha hecho de forma ejemplar la Comunidad de Madrid, pero no utilizar incluso este tema como pancarta electoral. Por favor, señores socialistas, respeten al menos nuestro último momento. Por dignidad.»
A mi vez, le he enviado hoy el siguiente comentario al que, de momento al menos, no ha respondido ni creo que lo haga porque me ha parecido notar que desde que es alcalde no contesta a comentarios, tal vez pensando que, dado su cargo, es mejor tirar la piedra y esconder la mano. (Véase postdata).
«No es cuestión de perder mucho tiempo, señor comentador-alcalde-diputado, comentando exhaustivamente su artículo tan gracioso. Sólo un par de apuntes:
1. "La dignidad de la muerte la ponemos cada uno". Pues por eso. Lo que se pretende es conceder un derecho, no establecer una obligación de cómo debemos morir. ¿Pero cómo es posible que crea o pretenda hacer que cree semejante disparate?
2. El catolicismo —hecho ideología política en el nacionalcatolicismo, que usted parece profesar— es el que pretende, urbi et orbi, cómo se debe vivir y cómo se debe morir, traicionando, desde por lo menos los tiempos del emperador Constantino, alinéandose con el poder, hasta con vesánicas dictaduras, apeteciendo y reclamando la constricción de las leyes a favor de su doctrina, el precepto de Jesús: "Dad al César [...]”.
Adiós.»
P. S. Ha habido, por cierto, a propósito de esto un caso curioso. Es el del muy conocido en Alcorcón bloguero don Pedro Moreno, muy fiel colaborador del entonces candidato a la alcaldía, quien tras las elecciones ha ganado el cargo, sin duda por méritos propios, de director de no sé qué. Este señor tenía un blog titulado El blog de Pedro, en el que con artículos bastante sectarios se dedicó a darle cera al candidato y leña a Cascallana y a todo quisque que le pareciera que le pudiera quitar votos a quien luego se ha convertido en su jefe. ¿No les decía yo que tenía mérito?
He dicho que "tenía" un blog, pero no sé si lo he dicho bien porque tal blog, el mismo por supuesto, sigue existiendo aunque ahora firmado por una tal Lorena, pensando don Pedro, quizás, que no estaría bien que siguiera firmando en un blog debido al cargo que ahora ocupa. También ha cambiado el avatar, y en donde antes aparecían don Pedro y don David abrazados, ahora sale el escudo de Alcorcón. ¿Será por ventura la épica pareja la fundadora de un nuevo Alcorcón? En fin, un caso de transformismo, podríamos decir... bloguero-político. ¡Enhorabue-na, don Pedro!
«Qué mal lo tienen que ver en el PSOE cuando tienen que salir con la "muerte digna", una propuesta paradójica que define los últimos momentos de un PSOE que no solo pretende decirnos cómo debemos vivir sino también cómo debemos morir. Que pretende dictar qué deben pensar nuestros hijos y en qué consiste la dignidad de la muerte según su sectaria visión materialista. La dignidad de la muerte la ponemos cada uno, no nos la otorga el PSOE. Si hablamos de mitigar el dolor ahí es donde debe profundizarse con más y mejores cuidados paliativos como ha hecho de forma ejemplar la Comunidad de Madrid, pero no utilizar incluso este tema como pancarta electoral. Por favor, señores socialistas, respeten al menos nuestro último momento. Por dignidad.»
A mi vez, le he enviado hoy el siguiente comentario al que, de momento al menos, no ha respondido ni creo que lo haga porque me ha parecido notar que desde que es alcalde no contesta a comentarios, tal vez pensando que, dado su cargo, es mejor tirar la piedra y esconder la mano. (Véase postdata).
«No es cuestión de perder mucho tiempo, señor comentador-alcalde-diputado, comentando exhaustivamente su artículo tan gracioso. Sólo un par de apuntes:
1. "La dignidad de la muerte la ponemos cada uno". Pues por eso. Lo que se pretende es conceder un derecho, no establecer una obligación de cómo debemos morir. ¿Pero cómo es posible que crea o pretenda hacer que cree semejante disparate?
2. El catolicismo —hecho ideología política en el nacionalcatolicismo, que usted parece profesar— es el que pretende, urbi et orbi, cómo se debe vivir y cómo se debe morir, traicionando, desde por lo menos los tiempos del emperador Constantino, alinéandose con el poder, hasta con vesánicas dictaduras, apeteciendo y reclamando la constricción de las leyes a favor de su doctrina, el precepto de Jesús: "Dad al César [...]”.
Adiós.»
P. S. Ha habido, por cierto, a propósito de esto un caso curioso. Es el del muy conocido en Alcorcón bloguero don Pedro Moreno, muy fiel colaborador del entonces candidato a la alcaldía, quien tras las elecciones ha ganado el cargo, sin duda por méritos propios, de director de no sé qué. Este señor tenía un blog titulado El blog de Pedro, en el que con artículos bastante sectarios se dedicó a darle cera al candidato y leña a Cascallana y a todo quisque que le pareciera que le pudiera quitar votos a quien luego se ha convertido en su jefe. ¿No les decía yo que tenía mérito?
He dicho que "tenía" un blog, pero no sé si lo he dicho bien porque tal blog, el mismo por supuesto, sigue existiendo aunque ahora firmado por una tal Lorena, pensando don Pedro, quizás, que no estaría bien que siguiera firmando en un blog debido al cargo que ahora ocupa. También ha cambiado el avatar, y en donde antes aparecían don Pedro y don David abrazados, ahora sale el escudo de Alcorcón. ¿Será por ventura la épica pareja la fundadora de un nuevo Alcorcón? En fin, un caso de transformismo, podríamos decir... bloguero-político. ¡Enhorabue-na, don Pedro!
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