Hay un planteamiento en el que tienen razón quienes aseguran que aunque no nos guste la energía nuclear hace falta para atender las necesidades energéticas de la sociedad. Es sólo que quienes eso afirman no ponen en cuestión tales necesidades; no plantean la necesidad de esas necesidades: entiéndase, la necesidad para la gente y no para el sistema basado en el constante consumo para la producción y la producción para el consumo; necesidades al servicio del movimiento del dinero inducidas especialmente por la publicidad; necesidades, en fin, innecesarias.
Me vienen a la memoria los versos de Antonio Machado (en Proverbios y cantares, de Campos de Castilla), que tan claramente dicen lo que yo con tanto enredo y trabajosamente trato de decir:
Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.
Pues eso: ¿Para qué sirven las necesidades de energía que la energía atómica —y las otras, por supuesto— satisface?
Me vienen a la memoria los versos de Antonio Machado (en Proverbios y cantares, de Campos de Castilla), que tan claramente dicen lo que yo con tanto enredo y trabajosamente trato de decir:
Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.
Pues eso: ¿Para qué sirven las necesidades de energía que la energía atómica —y las otras, por supuesto— satisface?